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El Congreso en el contexto pedagógico-tecnológico uruguayo

La implementación del Plan Ceibal se convierte en la innovación más significativa de la historia de Uruguay, en relación a la incorporación de las TIC en educación pública (Rivoir, 2010, p.89). Fue creado a propuesta del Poder Ejecutivo (Decreto Nº 144/007, 2007), en cuyo primer artículo expresa:

 

Créase el Proyecto Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea (CEIBAL) con el fin de realizar los estudios, evaluaciones y acciones necesarios para proporcionar a cada niño en edad escolar y para cada maestro de escuela pública un computador portátil, capacitar a los docentes en el uso de dicha herramienta y promover la elaboración de propuestas educativas acordes con las mismas.

Esta iniciativa determinó que la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y a nivel del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), generaran diferentes planes, proyectos y programas a fin de su implementación práctica. A modo de ejemplo se revisan los planes de formación para maestros, y se incorpora en tercer año de la carrera magisterial, en el año 2009, por primera vez un espacio curricular destinado exclusivamente a la aplicación educativa de las tecnologías digitales a través de la asignatura Educación e Integración de Tecnologías Digitales. A nivel del CEIP surge la Coordinación Nacional Pedagógica del Plan Ceibal y la creación del Departamento de Tecnología Educativa y Ceibal, en los años 2008 y 2011, respectivamente. 

 

Paralelamente al desarrollo de este plan va adquiriendo mayor fuerza la idea de que, si bien en el siglo XIX como en el XX se consideraban personas alfabetizadas aquellas que tenían pleno dominio de los códigos que le permitían acceder a la cultura escrita, ya fuera para leer o expresarse a través de la escritura, esos conocimientos resultan limitados para insertarse en la sociedad del siglo XXI.

Es así que, en los últimos años tanto en el contexto nacional a través del Plan Ceibal, como internacional con otras propuestas, se han introducido al aula diferentes tecnologías, centrando la discusión en la búsqueda de respuestas que iluminen de qué manera esas herramientas habilitan la mejora significativa de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.

Desde esta perspectiva comienza a ser relevante la consideración de la cultura digital como sustento pedagógico para fundamentar la intencionalidad educativa de la integración de TIC, incluyendo, pero superando, los aspectos meramente tecnológicos. La cultura digital hace referencia a los cambios culturales que se generan a raíz de los avances continuos de las tecnologías y del desarrollo de internet.  En la medida que las posibilidades de acceso a dispositivos más sencillos y económicos, crece, y que, a su vez, ofrecen mayor cantidad de contenidos, de todo tipo y origen, van surgiendo nuevas prácticas culturales que se integran a la cotidianidad. En este sentido UNESCO afirma que la cultura digital se refiere al acceso que tienen los estudiantes y los docentes a los diferentes recursos TIC y a las prácticas que realizan más allá de la escuela. (2014:44). De este modo el conjunto de habilidades que se ponen en juego para utilizar las tecnologías, navegar en la web y las destrezas que permiten integrar en nuestras vidas las redes sociales, determinan el nivel de cultural digital que se posee. 

 

En Uruguay cada vez más son las personas que acceden a estas posibilidades.  A modo de ejemplo, un estudio reciente publicado por Unicef Uruguay, da cuenta que 9 de cada 10 niños, entre 9 y 12 años, declaró acceder a Internet cuando lo desea, y 6 de cada 10 manifiesta hacerlo muchas veces o siempre (2018:44). Otro estudio de Agesic, publicado en mayo de 2017, muestra que en Uruguay entre 2006 y 2016 los hogares con acceso a Internet pasaron de ser el 13 % al 83 %, con mayor incremento en los segmentos de población con menores ingresos económicos, que pasaron del 1 % al 77 %. Otro dato interesante que surge de esta informe muestra que el uso de teléfonos móviles inteligentes, por personas mayores de 14 años, aumentó de un 23% a un 47% entre los años 2013 y 2016.

Esa cultura digital también se ha ido integrando en las prácticas profesionales, hay autores como Fainholc que afirma que los docentes han ido integrando a sus prácticas una “tecnología educativa apropiada y crítica” (2012), mientras que otros, como Cobo, también afirman que “El paradigma de lo digital ha traído consigo nuevas reglas que incluyen profundos reajustes en la cultura educativa”. (2017:106). Dado el desarrollo de este proceso, hoy cabría preguntarnos si es posible hablar de una cultura digital pedagógica -o educativa-, que a su vez forma parte de la cultura institucional.

 

Esta cultura digital pedagógica o educativa estaría alertando respecto a que, a medida que lo digital transforma la realidad, los sujetos responsables de emprendimientos, tanto actuales como futuros, cualquiera sea la finalidad, están condicionados a moverse rápido para adaptarse a los cambios y resolver problemas, muchas veces, inesperados. Quienes lideren o participan en estos emprendimientos tienen que contar con competencias para explorar las nuevas tecnologías, conformar equipos, mantener las personas conectadas, impulsar la cultura de innovación, salvar los riesgos y buscar la mejora continua en ese contexto de permanente transformación digital. Sin duda que la educación tiene un compromiso con este desafío.

En este proceso se ha conseguido avanzar desde la propia reflexión de los docentes quienes han puesto sus propias experiencias como usuarios de la tecnología en tensión con sus propias biografías profesionales. En tal sentido se ha generado conciencia respecto a la necesidad de integrar las tecnologías a los procesos educativos, aspecto que se evidencia en actitudes profesionales de los docentes, entre ellas:  apertura a la formación continua valiéndose de la tecnología, visualización de la web como aliada, advertencia de que las tic constituyen una oportunidad para el aprendizaje de todos, trascendencia del aula y la escuela utilizando la tecnología como medio, y, a nuestro entender, lo más significativo, reflexión permanentemente sobre sus propias prácticas mediadas por las tecnologías en la búsqueda de mejores oportunidades para sus alumnos. 

 

Consecuentemente, el propósito de la IX edición del Congreso Nacional Siglo XXI; Educación y Ceibal, es identificar cuáles fueron (y siguen siendo hoy) las claves que originan y sostienen esa posible cultura digital pedagógica. Luego de once años de desarrollo del Plan Ceibal hay evidencias que demuestran que en algunas escuelas se ha consolidado una integración efectiva de las tecnologías, mientras que en otras aún permanecen en otra etapa del proceso. Nadie duda hoy que las tecnologías, en sus diversos y múltiples aparatos, son parte de la vida de los alumnos y por tanto tienen que entrar al aula para facilitar la configuración de nuevos ambientes de aprendizaje. Como lo expresan Iaies y Ruibal, ellas pueden convertirse en una aliada para sistematizar la información y orientar con acierto la gestión escolar: “el uso de las nuevas tecnologías puede convertirse en una poderosa palanca para generar y usar la información escolar, saber a dónde vamos o, dicho de otro modo, construir el sentido de la nueva escuela. (2017: 119).

 

Respecto a este tema, al Departamento de Tecnología Educativa y Ceibal del CEIP (DTEC) le asiste el derecho y el deber de mantener la vigilancia profesional de la dimensión pedagógica y una de las aristas de esta competencia tiene que ver con detectar y difundir las buenas prácticas. Lugo y Kelly afirman que “la planificación del proyecto TIC requiere una nueva mirada del equipo de conducción para abordar con equilibrio y coherencia las dimensiones organizativa y gerencial, por un lado, y la pedagógica, por el otro”, (2011:8) y en este sentido entendemos que el desafío es compartido por todos, y que cada actor, desde su rol tiene la responsabilidad de contribuir a ello, premisa que comprende a este departamento. Por ese motivo se apuesta a sostener acciones anuales que ya han sido evaluados como altamente positivas, tales como la   organización de las Ferias Departamentales y el propio Congreso. En estos espacios de formación es necesario proponer debates académicos para -como lo expresan Fullan y Quinn- “empezar a avanzar en la coherencia para el cambio del sistema entero implica crear una interacción deliberada y continua a través del tiempo con la expectativa de que todas las escuelas mejoren el aprendizaje de todos los alumnos.” (2016: 36).

 

Sabido es que las tecnologías constituyen una oportunidad para alcanzar aprendizajes de calidad, por lo es preciso lograr coherencia entre las prácticas de enseñanza y los intereses de los alumnos. Por tanto, también surge la necesidad de fortalecer la formación, tanto inicial como en servicio, en el entendido de que “Hoy es esencial reflexionar acerca de la eficacia de las estrategias para introducir el conocimiento tecnopedagógico del contenido en formación inicial y continua de docentes”. (Vaillant, 2017:91).

 

 

Generar espacios del estilo de los Conversatorios permiten fortalecer estos debates e incursionar en una línea que también contribuye fuertemente a la necesaria articulación y coherencia entre teoría y práctica. Entendemos que existe una necesidad de generar aportes que aborden la tecnología en la educación como algo problemático y, por otra parte, la necesidad de documentar y difundir los hallazgos a partir de experiencias educativas o investigaciones desarrolladas por los propios docentes. Concretar este desafío nos conduce a lo que plantea Cobo en cuanto a que “esto implica la elaboración de análisis detallados y contextualmente ricos, realizar una evaluación objetiva y tomarse el tiempo para investigar toda situación en relación con sus aspectos positivos, negativos y lo que esté en el medio”. (2016:10).

 

Ante cambios tan acelerados se hace necesario discutir todas las percepciones dominantes, aunque sea para estar mejor informados sobre cuáles son los beneficios exactos de la tecnología y, por otra parte, cuáles no. Tenemos la esperanza y el deseo que el IX Congreso Nacional contribuya a ello.

Bibliografía

Agesic, 2017. Encuesta Específica de Acceso y Uso de TIC. Disponible en: https://www.presidencia.gub.uy/comunicacion/comunicacionnoticias/agesic-encuesta-acceso-uso-brecha-digital

Cobo, C. 2016. La Innovación Pendiente. Reflexiones (y provocaciones)

sobre educación, tecnología y conocimiento. Colección Fundación Ceibal/ Debate: Montevideo. Disponible en: https://innovacionpendiente.com/

Fainholc, B, 2013. Una tecnología educativa apropiada y crítica. Nuevos conceptos. Editorial: Lumen Humanitas. Buenos Aires.

Fullan, M. 2014. La Dirección Escolar. Tres claves para maximizar su impacto. Madrid. Ed. Morata.

Fullan. M. & Quinn. J; 2016. Coherencia. Los impulsores correctos en acción para escuelas, distritos y sistemas. Ontario. Canadá. Ed, Corwin. (Versión traducida para Uruguay por Gastón Bouchard en julio de 2017).

Iaies, G. y Ruibal, J, 2017. Multiplicación de cuestionamientos y demandas: crisis de la escuela, en Delgado, J. (Coord.); 2017. Siglo XXI: Educación y Ceibal. Montevideo ANEP-CEIP. Disponible en: http://cctenacional2014.wixsite.com/departamento-ceibal

Lugo, T. y Kelly; V; 2011. La matriz TIC Una herramienta para planificar las Tecnologías de la Información y Comunicación en las instituciones educativas. Disponible en: https://www.buenosaires.iiep.unesco.org/sites/default/files/Articulo%2520matriz%2520TIC_0.pdf

Rivoir, A. (2010).“El Plan Ceibal: Impacto comunitario e inclusión social”  Recuperado de http://www.observatic.edu.uy/wp-content/uploads/2011/04/ Informe-Final-CEIBAL-inclusi%C3%B3n-social-Rivoir-Pittaluga.pdf el 24 de marzo de 2018.

Unesco. (2014). Políticas TIC en los sistemas educativos de América Latina. IIPE - UNESCO Sede Regional Buenos Aires. Disponible en:

http://www.siteal.iipe.unesco.org/sites/default/files/siteal_informe_2014_politicas_tic.pdf

Unicef Uruguay, 2018. Niños, niñas y adolescentes conectados: Informe Kids Online Uruguay. Ed. Mastergraf. Montevideo. Disponible en:

http://www.agesic.gub.uy/innovaportal/file/7044/1/kids_online_uruguay.pdf

Vaillant, D. 2017. Los nuevos ambientes, el aprender a enseñar y las tecnologías digitales. Delgado, J. (Coord.); 2017. Siglo XXI: Educación y Ceibal. Montevideo ANEP-CEIP. Disponible en: http://cctenacional2014.wixsite.com/departamento-ceibal 

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